Los jugadores se lo tomaron a broma, porque sabían que esas cosas ya no sucedían. En el segundo partido, con el parcial de las series ante los Nuggets 1-0 para los Lakers, Frank Vogel reunió a sus jugadores en un tiempo muerto durante el último cuarto. Su celebración fue más que reveladora: «¡Kobe!», camiseta bulls gritó. Esta imperativa versatilidad se ha extendido como primera solución sin que ninguna esté libre de cruzar una nueva frontera.